El perro ha comenzado a ladrar,yo sólo quiero dormir.
-No ladres ya nada puede pasar.
Las cobijas son siempre territorio seguro...excepto hoy.
Los conejos siempre tienen un destino.
Las casas son confortables y a veces te encuentro cobijándome.
Hoy desperté con una nueva certeza, no es necesario hacer previslumbramientos no existe más que la energía de los deseos y los pasos que a diario recorremos.
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